España se gana el billete al Mundial en una noche exigente en La Cartuja | OneFootball

España selló en la noche del martes su presencia en el Mundial de 2026. La Selección de Luis de la Fuente empató a 2 en su partido con Turquía y cerró la fase de clasificación para la Copa del Mundo con un empate que sabe a poco pero que explica bien el tipo de partido que vivió La Cartuja.

España empata con Turquía pero estará en el Mundial

Una mezcla de ilusión por el buen arranque, sorpresa por la reacción turca y alivio final cuando Oyarzabal rescató el 2-2. Fue una noche movida, de esas en las que el guion cambia sin avisar y obliga al equipo a remar más de lo esperado.

La selección arrancó el encuentro mirando hacia arriba: cinco victorias en cinco partidos, cero goles encajados y el billete mundialista prácticamente atado. El plan parecía sencillo. Pero Turquía, segunda de grupo y con ganas de medir fuerzas, convirtió la noche en un examen más duro de lo previsto.

Un comienzo perfecto que duró menos de lo que parecía. España tardó cinco minutos en enseñar su idea. Una jugada trabajada por la izquierda, un centro tenso de Cucurella y un Dani Olmo que llegó desde atrás para anticiparse a todos y definir con la puntera.

El 1-0 recordó al equipo que ha dominado el grupo: vertical, reconocible y con la confianza de quien se sabe superior.

España controló a Turquía durante muchos minutos

Durante muchos minutos, España controló el juego sin sufrir. Movió la pelota, obligó a Turquía a correr detrás del balón y buscó el segundo con paciencia. Yeremi Pino y Morata lo intentaron en varias ocasiones, pero faltó ese último toque que suelen decidir los partidos.

La tranquilidad de España con Turquía, sin embargo, se rompió justo antes del descanso. Turquía había avisado en alguna acción aislada, pero fue en un saque de esquina cuando encontró premio. Laporte no consiguió despejar con fuerza, Dani Olmo quedó enganchado en el palo rompiendo el fuera de juego y Deniz Gül empujó el empate. El golpe tuvo doble efecto: se perdió la ventaja… y también la imbatibilidad de Unai Simón después de 30 partidos sin recoger un balón de su red.

Turquía aprieta y España duda

La segunda parte comenzó como un jarro de agua fría. Lejos de acusar el golpe, Turquía subió líneas, presionó y encontró espacios. España tardó en adaptarse y lo pagó pronto. En el minuto 54, una jugada por la banda izquierda turca terminó en una descarga perfecta hacia Salih Özcan, que ajustó un disparo raso y cruzado ante el que Unai Simón poco pudo hacer.

De repente, España se vio por detrás. No le pasaba desde hacía más de un año. Y costó reaccionar. Faltaba fluidez en campo rival, aparecieron los nervios en salida de balón y Turquía, ordenada y valiente, comenzó a sentirse cómoda.

Pero si algo ha demostrado esta selección de Luis de la Fuente es que no se entrega fácilmente. Poco a poco, el equipo recuperó metros, volvió a jugar en campo contrario y buscó el empate con más intención que precisión.

Oyarzabal rescata un punto y devuelve calma

La jugada que salvó la noche llegó en el minuto 62, otra vez por el perfil izquierdo, la zona más productiva del equipo. Cucurella y Yeremi combinaron con rapidez, Turquía defendió mal un rechace y Oyarzabal, con ese instinto que pocas veces falla, empujó el 2-2. La celebración fue más de alivio que de euforia.

España volvió a sentirse dominante, aunque sin ocasiones claras para completar la remontada. Turquía, por su parte, se cerró atrás y buscó el contragolpe. Los cambios de De la Fuente dieron aire, pero no modificaron el marcador.

El partido se apagó entre intentos, pérdidas de tiempo y la sensación de que ninguno quería cometer un error final. El empate terminó siendo un mal menor para España y una recompensa para una Turquía que compitió de principio a fin.

Clasificación cumplida, pero con deberes

El 2-2 deja a España líder del grupo con 16 puntos, invicta y clasificada sin sobresaltos reales. La fase ha sido notable, aunque este último partido sirve como recordatorio de que quedan cosas por mejorar antes del verano de 2026.

La selección dominó muchos tramos, pero también mostró fragilidad en balones parados y en momentos de desconexión. Aun así, la reacción y el carácter para rescatar el empate confirman que el equipo tiene personalidad y recursos.

La Cartuja despidió la noche con aplausos y con el Mundial ya en el horizonte. España cierra una clasificación casi perfecta. Y aun con un punto final, el viaje continúa.