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·30 de diciembre de 2022
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El Guangzhou Evergrande fue, hasta hace un año largo, uno de los equipos chinos con más posibilidades de fichar estrellas. Por su camerino pasaron Fabio Capello, Robinho y el paraguayo Lucas Barrios. Todos ellos, al poco tiempo, fueron saliendo tras ver que el futuro del club no tenía un proyecto a largo plazo. La última gran contratación del club chino fue el colombiano Jackson Martínez, quien para ese entonces jugaba con el Portimonense portugués.
El quibdoseño llegó al club oriental en 2016, a cambio de 42 millones de euros; hasta ese momento, la transferencia más alta que un club había pagado jamás. Apenas duró dos años, hasta 2018, cuando decidió marcharse y regresar a Portugal. Hoy, ninguno de sus jugadores es de la élite, o al menos ha estado en ella.
Jackson, celebrando un gol conseguido con el recién descendido club. Foto: Facebook Guangzu Evergrande
De hecho, el presente del club chino no es muy diferente al de un barco que se hunde en alta mar. La empresa que otrora podía desembolsar cantidades exorbitantes por un jugador de fútbol, Evergrande, entró en una crisis que aún sacude al mundo. El conglomerado, cuyo negocio original es la comercialización de bienes inmuebles ha sacudido a lo largo de este año las bolsas del mundo, perdiendo cada vez más valor, al punto que la quiebra está solo a la vuelta de la esquina.
Esto trascendió al equipo de fútbol que, desde hace un tiempo ni siquiera puede llevar en el nombre la marca de la inmobiliaria. El club cantonés terminó la temporada en la posición 17, al haber conseguido apenas 19 puntos a 59 unidades del líder, Wuhan Three Towns, por lo que ahora jugará en la segunda división china. Los dirigidos por Zhi Zheng acumularon 22 derrotas, 8 empates y apenas 3 victorias, por lo que, el otrora grande y poderoso Guangzhou, jugará la Liga Uno de China, a partir de 2023.
Ahora, la plantilla del club que permaneció durante 12 temporadas en la máxima categoría del fútbol chino no tiene un solo jugador extranjero y, menos, un jugador franquicia, lo que fue normal por un tiempo en el fútbol de ese país. Y es que la crisis en esta zona del mundo fue tan dura, que la economía fue fuertemente sacudida, generando un impacto en el resto del fútbol de ese país. Futbolistas como Hulk, Bakambu o el mismo Giovanni Moreno, terminaron abandonando el fútbol de ese lugar, buscando mejorar sus condiciones, en otro lado.