Iván Alejo, una rebelión inesperada | OneFootball

El futbolista vallisoletano es una de las grandes sorpresas en el inicio de temporada del Cádiz

El inicio de temporada del Cádiz no es para tirar cohetes. 9 puntos de 27 posibles que han dejado a los gaditanos en decimotercera posición, tres puntos por encima de los puestos de descenso. Una situación que los hombres dirigidos por Sergio González deben cambiar en los próximos partidos, siguiendo el ejemplo de jugadores como Iván Alejo. El vallisoletano es una de las grandes sorpresas de este inicio y un ejemplo de cómo cambiar las cosas para bien.

Tras una temporada aciaga, como reconoció el propio futbolista, el trabajo y el esfuerzo han tenido sus frutos. El nuevo Alejo es un futbolista que ha logrado convencer a Sergio González y así lo reflejan sus minutos sobre el césped. El extremo español es el quinto jugador de la plantilla cadista con más minutos disputados y ha sido titular en ocho de las nueve jornadas disputadas hasta ahora.

Tal es su evolución que, comparando los datos de rendimiento entre la última temporada y la presente, Iván Alejo está a tan solo 47 minutos de llegar a la mitad de minutos que disputó el año pasado. En la 22/23 el vallisoletano disputó un total de 1.305 minutos en 31 jornadas y, a día de hoy, ya ha estado sobre el verde 605 minutos, con solo nueve jornadas transcurridas.

Cambiar pitos por aplausos

Su rebelión ha conseguido cambiar también la opinión de su afición, del Nuevo Mirandilla. El feudo cadista recibía a Alejo con pitos cada vez que pisaba el césped la campaña pasada y ahora la situación ha dado un giro de 180 grados. El público del Nuevo Mirandilla ha cambiado los pitos por aplausos, agradeciendo el esfuerzo de un jugador que deja todo y más cada vez que se enfunda la elástica amarilla.

Una situación que era crítica, llegando incluso a rumorearse una posible salida en el mercado de fichajes. Sin embargo, Alejo continuó en el Cádiz y el tiempo le ha dado la razón a los que decidieron que lo mejor para ambas partes era que siguieran unidos. Y ahora Alejo sonríe, Sergio está contento con su futbolista y el Mirandilla también está feliz.