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·9 de noviembre de 2025

La mano (todavía invisible) de Xabi Alonso

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"Nada por delante, nada por detrás". Como un mago infantil estrenando chistera y unos guantes impolutos, el Real Madrid de Xabi Alonso te enseña la baraja sin saber si quiere que encuentres la carta escondida o te eches una partida de mus. En Vallecas, el equipo fue un espectro, repleto de todos los vicios del pasado y sin que se percibiera la mano del técnico. Alonso prometió rock and roll y de momento no le sale más que un fado, lento y melancólico.

El Madrid empató en Vallecas (0-0) pero es que además dio la sensación de ser un Real Madrid marca blanca, aunque jugara de azul. Un Madrid que sí, que será el Madrid, pero no de los buenos. Te lo tragas porque es el que has comprado, pero todavía recuerdas el sabor del Madrid de verdad. La falta de intensidad del equipo en la barriada madrileña fue palmatoria. Los chicos del Rayo llegaban un chisporroteo antes a cada balón dividido, le metían más pimienta a cada zancada y hasta en su expresión corporal se les veía gesticulando con fiereza porque creen en el libreto de Iñigo.


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El de Xabi Alonso, en cambio, no sabemos cuál es. Desde el trastazo en el Metropolitano, Huijsen ha desaparecido. Valverde es, ya, el lateral derecho desde aquel encontronazo dialéctico con sordina. Camavinga es como la señora de la limpieza, de lado a lado con el mocho quitando pelusa de donde le manden, le falta solo la voz de Gracita Morales. Y los cambios, los malditos cambios, acaban por ser siempre los mismos. Para esto, nos hubiera valido Ancelotti. ¿O no?

Llega ahora un parón de selecciones y lo hace con esa extraordinaria habilidad que tiene el Madrid para que no sea un periodo de entreguerras plácido. Sólo hubiera costado que el equipo le hubiera metido al partido el picante que sí le metieron los de la franja. Miras al banquillo del Madrid y todo es tecnología, parece la cabina de una nave espacial y con más cables que la furgoneta de un chatarrero. Pero el cohete no despega. Porque la mano de Xabi sigue siendo invisible. Lo mismo toca apagar y encender, que así se soluciona todo. Y si no sale, preguntemos a ChatGPT. Lo mismo así...

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