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·4 de mayo de 2023
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Luciano Spalletti, acostumbrado a las divisiones inferiores como futbolista o a lugares en segunda fila como entrenador, ha tenido que esperar a tener 64 años para poner por fin su nombre en lo más alto, haciendo campeón de Italia a un Napoli que se ha paseado en esta Serie A.
"Nunca he viajado en primera clase, siempre en auto-stop", decía recientemente el técnico toscano de cráneo afeitado al recordar su vida en el fútbol, la que ha tenido como jugador y las tres décadas luego en los banquillos.
"Se han reído de mí porque me ponía botas de fútbol para ir al banquillo. Pero no he olvidado cuánto sufrí para tener esas botas cuando no tenía dinero", añadió este adepto de la ropa deportiva, incluidas las prestigiosas noches de Liga de Campeones.
Ganar un 'Scudetto' "te compensa todos esos sacrificios", asegura.
Spalletti se ha convertido en el entrenador de más edad en ser campeón de Italia, batiendo el récord anterior de Maurizio Sarri, que fue campeón con la Juventus en 2020 cuando tenía 61 años.
El título en esta Serie A es sin duda el más bonito para 'Lucio', quince años después de las dos Copas de Italia (2007, 2008) y la Supercopa de Italia (2007) ganada con la Roma y más de diez años después de sus títulos de campeón de Rusia (2010, 2012) con el Zenit San Petersburgo, en su única experiencia en el extranjero.
Spalletti tenía hasta ahora la imagen de 'eterno actor secundario': fue segundo cuatro veces en liga con la Roma.
Forjó su reputación de entrenador innovador y con ideas ofensivas en clubes pequeños, antes de dar un salto cualitativo al llevar al Udinese a las competiciones europeas en tres temporadas seguidas (2002-2005).
Entre las manchas de su historial está la gestión de los vestuarios y especialmente cuando había grandes estrellas con fuerte personalidad.
En Roma es para muchos el hombre que condujo hacia la jubilación a la leyenda Francesco Totti en 2017, algo que un sector de la hinchada todavía no le perdona. Luego, en el Inter de Milán, tuvo un conflicto de alta intensidad con el argentino Mauro Icardi.
Antes de unirse al Napoli a mediados de 2021, Spalletti parecía camino de la retirada, después de una separación complicada con el Inter en 2019. Molesto por su despido después de dos clasificaciones a la Liga de Campeones, Spalletti no perdonó nada y percibió hasta el último euro del salario contemplado en la renovación de contrato que había firmado en 2018.
Tras salir del Inter rechazó varias ofertas y prefirió disfrutar de su familia y del pádel, un deporte que adora. Todo ello rodeado de su impresionante colección de camisetas.
Pero este amante del buen vino -que también produce en la Toscana- no había dicho su última palabra en el fútbol.
En Napoli ha conseguido crear un bloque exitoso, ha apostado por el juego ofensivo y ha revolucionado el país del 'catenaccio'.
"Me ha ayudado mucho en mi crecimiento como goleador y como persona", dice sobre él el delantero nigeriano Victor Osimhen.
En Nápoles ha vivido más de un año en un hotel, según la prensa, pero su falta de arraigo en la ciudad no le impide reivindicar el legado de Diego Maradona, un ídolo inmortal en la ciudad: "Queremos parecernos a él lo más posible", decía en febrero.
Spalletti sabe de qué hablar cuando alude a parecerse al mítico 10 argentino: tuvo la ocasión de verle muy de cerca durante un partido de la Copa de Italia en 1998, cuando Luciano jugaba para la Spezia, que estaba entonces en la tercera división. Aquel partido, lógicamente, fue ganado por el Napoli de Maradona.
Nápoles, Italia. AFP.