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·19 de septiembre de 2025
¿Qué le pasa al Manchester United?

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·19 de septiembre de 2025
Todo el mundo pensaba que el Manchester United volvería a puestos europeos tras desembolsar 250 millones de euros este mercado. Los fichajes de Senne Lammens (21M€), Matheus Cunha (74,2M€), Bryan Mbeumo (75M€) y Benjamin Šeško (76,5M€) invitaban a soñar. Sin embargo, la realidad es muy distinta y este inicio de temporada sólo demuestra que los problemas persisten en Old Trafford. La situación es crítica y Rúben Amorim no ha encontrado la solución. ¿Es conveniente señalar a un sólo factor o la culpa es colectiva?
Los datos no mienten. Según Sky Sports, el luso posee el peor porcentaje de victorias de cualquier entrenador del Manchester United desde la Segunda Guerra Mundial. Es un 36,17% que supera el 36,78% de Wilf McGuinness (1969-70) y el 37,04% de Frank O’Farrell (1971-72). Además, y desde su llegada, los Diablos Rojos son el club con el puntaje más bajo de toda la Premier League. Sin contar a los recién ascendidos y descendidos, son colistas con 31 puntos en 31 jornadas. Es decir, un punto de media por jornada, muy por debajo de Ralf Rangnick (1.54) o David Moyes (1.68).
Ocho victorias, siete empates y 16 derrotas. 36 goles a favor y 49 en contra. Cifras que asustan a cualquiera y obligan a reflexionar sobre el paradero de los mancunianos. Asimismo, los Red Devils no han sido capaces de marcar en 13 encuentros, lo que supone un 25,8% de triunfos a nivel doméstico y 1,16 dianas por partido. En esta bolsa se incluyen dolorosos resultados como el 0-3 ante el Bournemouth, 4-1 ante el Newcastle y el reciente 3-0 frente al Manchester City.
Suman una victoria en Premier conseguida ante el Burnley en el minuto 97 (3-2). También empataron con el Fulham (1-1) y cayeron ante rivales directos como el Arsenal (0-1) y el City (3-0). No obstante, la derrota más dolorosa se dio en Carabao Cup. El Grimbsy Town, equipo de cuarta división, los eliminó en la tanda de penaltis. El jugador más señalado dentro de la hecatombe fue André Onana, incapaz de detener ningún lanzamiento y convertido en descarte días después.
Si bien se habla del 3-4-2-1 de Amorim y de la necesidad de pasar al 4-3-3 clásico, en Inglaterra se señala al portugués por su rigidez. «Los grandes clubes deben tomar grandes decisiones», declaró Darren Lewis para talkSPORT. Su negativa a cambiar de ideas puede estar afectando a los pesos pesados de la plantilla. Y tenga más o menos veracidad este rumor, lo único seguro a ciencia cierta es que a Sir Jim Ratcliffe no le tiembla el pulso si se trata de sustituir una pieza en su nueva infraestructura. Se ha gastado más de 40M€ en compensación por despidos y reducción del personal.
El quid de la cuestión no es la formación, sino la nula flexibilidad que Amorim ofrece. Los detalles, los principios de juego son planos y poco éticos. Por ejemplo, en cuestiones como la presión, los Red Devils defienden con un 5-2-3 que deja expuestos a los centrocampistas. Si la primera línea falla, la estructura se desmorona. En cambio, si uno se fija en el 5-4-1 del Crystal Palace, la cosa es distinta. Incluso el 4-4-2 de Mikel Arteta y el Arsenal ha dado resultados si es preciso apreciar cómo se emplea en un 4-3-3.
Otro aspecto a destacar es la salida de balón. Equipos como el Inter poseen una de las mejores de Europa, donde Bastoni, Acerbi y compañía pueden alternar posiciones. Mientras, en Manchester son Maguire o De Ligt los líberos. No son centrales modernos, al menos en la actualidad, ni están capacitados como para centrarse más en dar fluidez que en defender. Futbolistas como Bruno Fernandes se ven demasiado condicionados, revelando un problema gigante en la sinergia de la plantilla con los ideales del luso: «No voy a cambiar mi filosofía», dijo el ex del Sporting.
Mainoo, el gran damnificado de este Manchester United / Fuente: X (@FabrizioRomano)
Las conclusiones son claras. La primera es que Amorim no da el brazo a torcer y nadie lo moverá hasta que lo cesen del cargo. Le funcionó en Portugal, pero no en Inglaterra. La segunda es que hay jugadores que no están hechos para seguir su corriente. Entre ellos, Patrick Dorgu no puede tener mayor presencia en zona de remate que Amad Diallo o Matheus Cunha. Ni es atacante ni su toma de decisiones te asegura ocasiones de calidad porque es lateral y no extremo. Ante el Manchester City, el danés tuvo más toques en área rival (12) que Mbeumo (9), Fernandes (0) o Šeško (0).
La tercera y última cuestión está relacionada con la directiva. La llegada de Sir Jim Ratcliffe e INEOS en lugar de los Glazers fue un movimiento de una magnitud colosal. El caos institucional, sumado al deportivo, ha supuesto una transición demasiado brusca en Old Trafford. El Manchester United ha desembolsado 1879,7M€ en las últimas diez temporadas, con hasta cinco campañas invirtiendo más de 200M€ y sólo dos con un gasto inferior a los 100M€. Si todos estos datos no hacen reflexionar sobre el paradero de los Diablos Rojos, nada que suceda a partir de hoy podrá hacerlo.
Sir Jim Ratcliffe, dueño del Manchester United / Fuente: X (@UnitedStandMUFC)