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·9 de noviembre de 2025
Rayo Vallecano 0-0 Real Madrid: El líder no sabe jugar en el barrio

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·9 de noviembre de 2025

«Nuestra capital, la Villa de Vallecas». La visita del equipo de Xabi Alonso a Vallecas iba a ser dura. Porque aunque Íñigo Pérez diga que las estadísticas son anecdóticas, la realidad es que el templo franjirrojo es un grano difícil de quitar en el calendario de los blancos. Contando esta visita, el Real Madrid solo ha podido ganar una vez en el barrio desde 2019. Desde ese momento, suma tres empates y dos derrotas. Empieza a ser el Estadio de Vallecas una pesadilla difícil de estirpar en las temporadas del actual líder de LA LIGA EA SPORTS. Si hubiera que resumir en una palabra lo que ha sido el partido de los de Xabi Alonso, esa palabra es la nulidad.
Porque el Rayo Vallecano quizás salió expectante, pero en cuanto vio que el conjunto merengue no tenía profundidad, nula creación en el último tercio así como falta de intensidad a la hora de defender los pasillos interiores, el plantel de Íñigo Pérez planteó una batalla de esas que desagradan al Real Madrid. ¿Por qué? Porque son escenarios de hundirse en el fango. Y, aunque desde la llegada de Xabi Alonso se ha aumentado la agresividad defensiva con balón, a esta plantilla aún no la gusta trabajar más allá de lo justo.
En las individualidades, Vinicius, que tuvo la más clara del primer tiempo, se estrelló primero con Augusto Batalla, pero luego con Andrei Ratiu devoró su moral. El décimo segundo futbolista que más salario cobra en la plantilla rayista demostró las razones de como la Premier League le desea. Porque sean claros. Si Ratiu se llamara Ratiuinho o Ratiunson, valdría 80 millones mínimo. Ya no solo por lo defensivo, también por lo que aporta en ataque. De hecho, es el único que provocó una gran parada de Thibaut Courtois. La triste noticia llegó en forma de lesión. Pedro Díaz sufrió una torsión en la rodilla y se tuvo que retirar del campo. En su lugar, entró el Pacha Espino.
En el segundo tiempo, el Rayo Vallecano fue mejor en líneas generales. Al menos, en su arranque. A pesar de la entrada del charrúa para reforzar la banda izquierda, fue todo menos reforzarla. Anularon las subidas de Fede Valverde, Brahim desapareció del mapa. Pero ya no solo fue en este lado del campo. Por el otro, Vinicius se olvidó de defender y Andrei Ratiu rompió en profundidad a un Álvaro Carreras que no podía hacer más. El cuadro de Íñigo Pérez ahogó al Real Madrid una y otra vez. Lo pilló descosido, desecho como un jersey usado, pero faltaba hincar el agarrón final para terminar de romper la prenda de forma definitiva.
Dani Ceballos entró para que el líder del campeonato tuviera más balón, pero si no trabajas como equipo y los de arriba no ayudan, das alas a tu rival. Fran Pérez, el revolucionador de las segundas partes en el barrio, quiso ser un puñal para seguir perforando un Álvaro Carreras que, si fuera Dani Carvajal, ya le habría dado más de una colleja a Vinicius. Pasividad total en el brasileño.
A falta de 10 minutos, si hubiera una máquina para apostar, el espectador se hubiera jugado su dinero para el Rayo Vallecano en vez de al Real Madrid. Y así fue, porque aunque el Real Madrid acabó metido en el área rival, el que tuvo más opciones de ganar fue el pequeño que quiso ser gigante. La bravura de la Franja sigue teniendo más admiradores. Lo que está consiguiendo Íñigo Pérez, es una bestialidad. Compitió, jugaron más al fútbol y hicieron un KO táctico a un Xabi Alonso que genera más dudas con el paso de los días.









































