Un mal equipo sin alma, un DT perdido y un presidente sin fuerza | OneFootball

Un mal equipo sin alma, un DT perdido y un presidente sin fuerza | OneFootball

In partnership with

Yahoo sports
Icon: Radio Gol

Radio Gol

·1 de julio de 2025

Un mal equipo sin alma, un DT perdido y un presidente sin fuerza

Imagen del artículo:Un mal equipo sin alma, un DT perdido y un presidente sin fuerza

Colón y su crisis tocaron fondo. En todo sentido y en todos los sentidos. Esta vez, la transmisión de TyC Sports decidió seguir en vivo desde Santa Fe como si fuera “Gran Hermano” y el país futbolero vio uno de los peores bochornos de los últimos tiempos en el fútbol argentino. En una noche, donde sólo acertó el “4” de Mitre con desvío en el trayecto, el otro que metió un pleno fue el juez Felipe Viola: mientras todos llegaron tarde, el juvenil juez la vio venir y acertadamente suspendió Colón 0-Mitre 1 a los 34 minutos del complemento. Con el alambrado roto y los barras cara a cara con la Policía, no se podía seguir jugando. Por más que Mitre de Santiago del Estero, como dijo Gigliotti, tenga que venir “de la loma del orto” a completar los minutos restantes si la AFA así lo dispone.

Colón, hace tiempo, que es un manicomio. Una mezcla letal de malas decisiones dirigenciales, donde el principal error de Godano y compañía fue activar pasantías en el equipo más grande del ascenso: Ariel Pereyra nunca había dirigido como DT en ningún lado, Iván Moreno no había sido mánager de nadie y Maceratesi descubría en Santa Fe una secretaría técnica. Peor, imposible.


OneFootball Videos


En ese manotazo de ahogado dirigencial, lo de Andrés Yllana fue eso mismo: un salvavidas de plomo para el Tiatnic del ascenso. Es real que el ex DT de Aldosivi es “el último responsable”, pero ser el último de los responsables del fracaso no lo libera de culpas: cuatro derrotas al hilo y (en sus números personales) una campaña de descenso. Vale recordar que le ganó a los que están abajo (Talleres de Escalada y el CADU) y nada más.

Un mal equipo de fútbol, además sin alma ni compromiso, con futbolistas permanentemente sacándole várices a las camillas de los sanatorios; un entrenador totalmente perdido que piensa que está en Aldosivi: “Vamos a trabajar para mejorar”; un presidente como Víctor Francisco Godano que se quedó sin fuerzas, para adentro (hace más de un mes que no hay reunión de CD) y para afuera: le colgaron banderas, le coparon la sede y se vio obligado a recibir hinchas/socios el mismo sábado. Ya se le fueron cinco dirigentes y otros varios quieren seguir el mismo camino. El desgaste, interno y externo, es total.

El diagnóstico en Colón es muy claro: crisis deportiva, fracaso anticipado y desmadre popular que ni siquiera se vio cuando Colón se fue al descenso en el Coloso del Parque Independencia bajo la lluvia en Rosario. A esta altura, lo que menos preocupa es lo que más duele: 15 de 18 en su zona, lejos del Reducido y con cuatro derrotas en fila.

Lo que muchos se preguntan: ¿cómo se sigue después de ésto?. Porque posiblemente Andrés Yllana se aferre al contrato y todos los jugadores terminan en diciembre. Pero en lo institucional, ¿qué se hace?; ¿cómo se hace?; ¿de qué manera se hace?; ¿con quiénes se sale de este callejón sin luz?.

Para diciembre y para las elecciones faltan seis meses: aún para el presidente más votado de toda la historia de Colón, como lo fue Víctor Francisco Godano, es una eternidad mirando el almanaque. El presidente, lo admita o no, está debilitado. De sus laderos, ya perdió a uno hace tiempo (el vice, Marcelo Negrete).

Este momento de Colón exige grandeza, de parte de todos. De los pocos oficialistas y de los muchos opositores. La gente, que hace cuatro años festejaba la estrella en la noche de San Juan, está triste, cansada, resignada. Y después de lo que vimos, seguramente con temor de volver a la cancha.

No es joda lo que pasó, Colón quedó el borde de lo peor. Pero de lo peor en serio. En una noche donde todos erraron, el juez del partido fue el único que acertó: la vio venir. La TV, que esta vez no cortó y siguió transmitiendo (el Mundial de Clubes ya “no vende”; el kilombo sí), mostró al país el papelón desde la cancha de Colón, con imágenes tristes que hace mucho no se veían en una cancha del fútbol argentino. Colón como institución y su gente, la de las grandes hazañas y movilizaciones, necesitan un gesto. Un gesto de algo, un gesto de alguien. No puede ser que a nadie le de un poco de vergüenza lo que pasó en el Cementerio de los Elefantes.

Ver detalles de la publicación