Opinión | "Entre todos los mataron...", por Rafa García | OneFootball

Veinte tiros a puerta, seis de ellos entre los tres palos (el tiro al poste cuenta como fuera), trece saques de esquina, un 64% de posesión con un 93% de efectividad en el pase. Perdimos 2-1.

Y es que el fútbol son resultados, todo lo demás son milongas. Para mí la labor del técnico es dotar al equipo de herramientas que les haga generar ocasiones de gol y guardar bien la ropa, pero cuando la calidad de la plantilla está muy por debajo de lo que hemos conocido el sabor con el que terminas la mayoría de los partidos es muy amargo.

Lo que no hace mucho eran Diego Carlos- Kounde ahora son Marcao-Castrin. Lo que antes eran En-Nesyri-De Jong ahora son Akor-Isaac, y eso que no quiero irme muy atrás para recordar entre lágrimas a los Carlos Bacca, Gameiro, Luis Fabiano o Kanoute, jugadores que te solucionaban un partido como el de ayer y hubiesen hecho que la conversación de hoy fuese a cerca de la victoria contundente de ayer en Barcelona. En su caso tenemos un equipo que va a regalo de gol por partido, ayer fueron incluso más de uno, y una delantera que necesita muchas ocasiones para marcar un gol. Es que hasta el el partido frente al Barcelona el equipo desaprovecha lo más grande a pesar del 4-1 que reflejó el marcador final.

Dicen que la victoria tiene cien padres mientras que la derrota es huérfana, pero en el caso de este Sevilla está derrota, este declive, tiene muchos padres, cada uno con su cuota de culpa. Responsables de haber deteriorado una plantilla que peleaba por todo a lo que hay hoy en dia, empezando por esta nefasta junta directiva, que pasará a la historia como lo peor que le ha podido pasar a una entidad centenaria, pasando por los Orta y Monchi (¿Como puedes hablar ni medio bien de los que están llevando el club a la desaparición?), una afición dormida y hasta el que parece (o parecía) el salvador y fue cómplice necesario para la realización del "pacto por la pasta" que nos tiene sumidos en la absoluta mediocridad, hablo de José María Del Nido Benavente.

Nueva derrota, nueva decepción, nueva jornada que podía ser muy propicia tirada a la basura porque, por mucho que a muchos se le llenara la boca hablando de aburrimiento cuando el equipo ganaba y ganaba con Lopetegui, el fútbol es un deporte que gana quien más goles marca, no el que más remata o tiene más el balón.

Para rematar la noche nos tocó sufrir una vez más al del silbato. El penalti clamoroso que no le pitan a Vargas es una muestra más de que al Sevilla FC le han perdido el respeto. Puedo llegar a comprar que las manos en la última jugada del partido puedan ser no punibles, aunque a nosotros nos la han pitado menos clamorosas que la de ayer, pero la jugada de Vargas es la prueba palpable de que somos el muñeco del pimpampum del CTA. Otra jornada más y ya van...

Como se suele decir "entre todos lo mataron y el solito de murió". Lo de ayer era para haber tenido un delantero "medioqué" y salir del RCDE Stadium como salía la gente de la Maestranza tras dos capotazos bueno de Curro Romero. En su lugar tenemos la mediocridad que han ido cultivando granito a granito todos los que han tenido alguna responsabilidad en el club. Que salgan y que no vuelvan ni para tomar un café en el Nervión Plaza.

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