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Según informó el periodista Nelson Lafit, la postura que defendió Independiente en la audiencia de este martes en Asunción fue clara: el club entiende que lo más justo es que se le dé por ganado el partido frente a Universidad de Chile, teniendo en cuenta que la suspensión se debió a los incidentes provocados por la parcialidad visitante.

Esa fue la primera y principal solicitud de la delegación encabezada por Néstor Grindetti, Carlos Montaña, Daniel Seoane y los abogados Maximiliano Walker y Ariel Reck. La línea argumental del Rojo fue que no puede castigarse al organizador cuando la violencia fue premeditada y ejecutada desde la tribuna chilena, algo que quedó plasmado en videos y testimonios aportados en el descargo.

Como alternativa, Independiente dejó planteada la posibilidad de reanudar los 43 minutos restantes o incluso volver a jugar el partido completo. Eso sí, con una condición: que la Universidad de Chile se haga cargo de gran parte de los costos de organización y seguridad, al considerar que la responsabilidad primaria de lo ocurrido les corresponde a ellos.

De todas maneras, la dirigencia remarcó ante Conmebol que el reclamo central es avanzar de manera directa a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, donde el rival sería Alianza Lima. Ahora la pelota quedó en el escritorio de la Confederación, que deberá expedirse entre este miércoles y jueves.