Las 5 claves del fracaso del Barça en Sevilla | OneFootball

El conjunto azulgrana firmó su peor versión en el Sánchez Pizjuán. La goleada expuso las carencias físicas, tácticas y anímicas de un equipo que perdió toda su identidad.

El FC Barcelona se derrumbó en Sevilla. El conjunto de Hansi Flick fue irreconocible en el Sánchez Pizjuán, donde el 4-1 final reflejó con crudeza lo que se vio en el campo: un equipo sin energía, sin ideas y sin alma. El parón por selecciones llega como un salvavidas para reflexionar sobre un partido que destapó todas las grietas de un proyecto aún en construcción.

El naufragio culé se explica a través de cinco claves que marcaron el encuentro.

1. Falta de intensidad

Lo reconoció Pedri nada más terminar el partido. El canario, uno de los capitanes, fue claro al señalar la falta de ritmo y concentración, especialmente en la primera mitad. El Barça fue siempre a remolque. El Sevilla se movió con libertad porque la presión alta, pilar del modelo de Flick, desapareció. Solo en algunos momentos del segundo tiempo el equipo recuperó esa identidad, aunque ya era demasiado tarde. Sin intensidad, el plan del técnico alemán se diluye.

2. Cuestión física

La fatiga pesó más de lo esperado. El esfuerzo frente al PSG pasó factura y futbolistas como De Jong o Dani Olmo lo sintieron. Solo Pedri mostró algo de chispa, aunque también se notó limitado. Flick no ha podido rotar por las bajas, y eso se tradujo en piernas pesadas y decisiones tardías. En la élite, sin fondo de armario, es imposible sostener el ritmo competitivo.

3. Pocas alternativas

El entrenador intentó agitar el partido con los cambios. Eric Garcia y Balde entraron al descanso para recomponer el sistema, pero el equipo siguió sin soluciones. El joven Roony dispuso de dos ocasiones claras, una de ellas imperdonable, pero le faltó experiencia. Con Gavi, Raphinha, Fermín y Lamine Yamal fuera, las opciones ofensivas eran mínimas. La sustitución de De Jong por Christensen simboliza el callejón sin salida del técnico.

4. Falta de puntería

El penalti errado por Lewandowski fue el reflejo del desacierto general. El Barça generó, pero no concretó. Ni siquiera el incansable Ferran Torres ni el eléctrico Rashford lograron cambiar la historia. El polaco vive un momento delicado: sin confianza, su figura pierde el peso que se espera de un goleador de su nivel.

5. Una defensa en crisis

Desde el inicio de la temporada, la línea defensiva da señales de alarma. La ausencia de Iñigo Martínez se nota más que nunca. Era el líder, el que marcaba la altura y organizaba al grupo. Cubarsí ha cambiado de perfil y lo está acusando, mientras que Araujo sigue sin estabilidad ni fortuna. Solo Eric Garcia parece ofrecer fiabilidad. En los laterales, Koundé alterna luces y sombras y la baja de Balde ha dejado un vacío evidente, pese a la progresión de Gerard Martín.

El resultado en Sevilla no solo fue una derrota: fue un aviso. Si el Barça quiere seguir aspirando a títulos, tendrá que reencontrarse con su esencia antes de que el parón internacional se convierta en una larga travesía en el desierto.