La parada de Lunin que salvó el puesto de Xabi Alonso | OneFootball

La parada de Andriy Lunin en Talavera de la Reina fue mucho más que una simple intervención destacada: fue un momento clave que sostuvo al Real Madrid cuando el partido todavía estaba abierto y el guion podía haber cambiado por completo. Corría la primera parte, el marcador seguía en blanco y el Talavera, empujado por su gente, encontró el resquicio que estaba buscando. Un centro medido desde la banda izquierda encontró la cabeza de un atacante local, que remató con potencia y dirección, dando por hecho el gol. El estadio ya lo celebraba.

Aprobados y suspensos del Real Madrid contra el Talavera

POLÉMICA: ¿Hay penalti en el primer gol del Real Madrid?

Xabi Alonso: “El objetivo era pasar…”

Ahí apareció Lunin. El guardameta ucraniano reaccionó con reflejos felinos, estirándose abajo para desviar un balón que parecía condenado a besar la red. Una parada de portero grande, de las que no solo evitan un gol, sino que cambian el ánimo de un partido. El Talavera pasó de la euforia a la incredulidad; el Real Madrid, del nerviosismo a la confianza.

La importancia de esa acción va más allá del gesto técnico. Lunin llevaba tiempo esperando una oportunidad real para reivindicarse bajo los palos, siempre a la sombra de Courtois. Partidos como este, lejos del Bernabéu y en escenarios hostiles, son los que definen a los porteros suplentes de los grandes equipos. Y Lunin respondió con personalidad, seguridad y silencio, como suelen hacerlo los guardametas fiables.

Antes de eso, el Madrid comenzó a asentarse. El equipo ganó calma en la salida de balón y pudo imponer su mayor calidad en campo contrario. Poco después llegarían los goles que encarrilaron la eliminatoria, pero el origen de todo estuvo en esa intervención salvadora. De haber entrado ese balón, el partido habría tomado otro rumbo, con un Talavera crecido y un Madrid obligado a remar contracorriente.

En la segunda parte, Lunin volvió a aparecer cuando fue necesario, especialmente en los minutos finales, cuando el Talavera apretó en busca del empate. Sin estridencias, sin gestos exagerados, el ucraniano firmó una actuación que reafirma una certeza en el madridismo: si falta Courtois, hay portero. Y en Talavera, Lunin lo dejó muy claro.

Autor: Iván.

Sigan toda la información y actualidad deportiva en Twitter: @daiguallapelota, y en Instagram: @daiguallapelota