Parce, a la Selección le falta el ADN ofensivo de Restrepo | OneFootball

Parce, lo que pasó hoy en el Metro de Barranquilla deja más preguntas que respuestas. La Selección Colombia no pudo con Perú, sí, con Perú… y en casa. El 0-0 sabe a derrota, porque en este camino al Mundial no hay margen pa’ perder puntos así, mucho menos en tu patio, con tu gente, con el calor y el ambiente que te empuja. Pero el equipo de Néstor Lorenzo mostró muy poquito arriba, demasiado poco pa’ un partido de estos.

Y vea, con respeto y con la mano en el pecho, uno se pregunta: ¿dónde está ese ADN ofensivo que alguna vez nos hizo temibles? ¿Dónde quedó esa Selección que salía a morder desde el primer minuto? Nos falta algo, nos falta alguien que nos encienda esa chispa, y yo no sé usted, pero yo veo a Alejandro Restrepo y siento que ese man tiene el fuego que le hace falta a la Tricolor.

Restrepo, el del Independiente Medellín, el que sale a buscar el partido así esté en el Atanasio, en Tunja o en Bogotá. El que no se achanta ni contra el más pintado. Ese man no espera que le pasen cosas, él las provoca. Juega con hambre, con convicción, con la idea clara de que el fútbol se gana haciendo goles, no solo aguantando.

Yo lo veo y digo: “¿Y si un día se le da la oportunidad en la Selección, qué?” Imagínese a Colombia con esa mentalidad atrevida, con ese espíritu guerrero que sale a la cancha sin miedo, sin especular. Sería otra cosa, hermano, porque hoy lo que vimos fue una Selección tímida, sin sorpresa, sin esa rebeldía que te gana partidos cerrados.

No es por desmeritar a Lorenzo, no señor. El tipo tiene lo suyo, ha hecho cosas buenas, pero hoy la Sele le faltó alma ofensiva, le faltó calle, le faltó Medellín, marica. Le faltó esa presión alta, esa transición rápida, ese “vamos pa’ encima” que vemos todos los domingos con el Medallo de Restrepo. Eso no se negocia, parce.

Y ojo, que esto no es solo cuestión de nombres, es de mentalidad, de cómo parás el equipo. Alejandro Restrepo no espera a ver qué propone el rival, él sale a imponer condiciones. Esa vaina contagia, te cambia el cuento, te hace sentir que podés ganar donde sea, como sea. Y eso, mi hermano, es justo lo que necesita Colombia hoy pa’ no quedarse viendo el Mundial por TV.

Así que sí, lo digo sin miedo: la Selección necesita ese ADN ofensivo que tiene Restrepo, necesita un técnico que sepa lo que es tener a una hinchada soñando con goles, no con empates. Porque si queremos ir a un Mundial, tenemos que jugar como se juega en Medellín: sin miedo, con ganas y con el corazón en la cancha.