Racing 2-1 Villarreal: El líder de Segunda se carga a un equipo Champions | OneFootball

El Villarreal se despidió de la Copa del Rey por la puerta de atrás. En una noche donde el fútbol premió la efectividad sobre el nombre, los de Marcelino García Toral fueron incapaces de trasladar su excelente estado de forma en LaLiga al torneo del KO. En el regreso del técnico asturiano a Santander, el «Submarino» encalló ante un Racing liderado por un Arana estelar, autor de un doblete que sentenció a un equipo impotente.

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El show de Arana

Hay noches en las que un futbolista parece tocado por la varita, y esa inspiración divina visitó a Juan Carlos Arana. Ante un rival de perfil Champions, el delantero cántabro solo necesitó seis minutos para desatar la locura en El Sardinero: dejó sentado a Foyth con un quiebro de cintura y batió a Arnau Tenas con una vaselina cargada de clase.

Antes de cumplirse la media hora, Arana volvió a castigar la fragilidad defensiva amarilla. Aprovechando un error grosero de Foyth tras un pase de Sainz, el ariete no perdonó y puso un 2-0 que ponía el partido cuesta arriba para los visitantes.

La «alergia» a las copas

El contraste del Villarreal resulta inexplicable. Mientras en la competición doméstica dominan con puño de hierro, fuera de ella el equipo se desdibuja. Con un paupérrimo balance en Europa (35º de 36 en la Champions), la Copa se confirmó como otro territorio hostil. Santi Comesaña rozó el milagro con un remate al travesaño en el primer tiempo, pero la puntería brilló por su ausencia durante el resto del choque.

Un asedio sin recompensa

En la segunda mitad, el Villarreal puso toda la carne en el asador. Marcelino dio entrada a Moleiro, Tani y Mika para acompañar a Ayoze, convirtiendo el partido en un ejercicio de resistencia numantina para el Racing. Entre la desesperación de Marcelino y la expulsión del técnico local, José Alberto López, por protestar, el partido se convirtió en un polvorín.

La muralla cántabra solo cedió en el minuto 85, cuando Ayoze acertó a recortar distancias. Sin embargo, pese a los agónicos nueve minutos de prolongación, el marcador no se movió. El 2-1 final desató el júbilo en Santander y dejó al Villarreal sumido en una decepción brutal, la segunda tras quedar fuera de la Champions.

Autor: Manuel Carmona

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