Sergio Busquets: la leyenda, el mejor pivote y el cerebro silencioso | OneFootball

Nacido el 16 de julio de 1988 en Sabadell, Barcelona, Busquets creció a la sombra de su padre, Carles Busquets, portero del Barça en los años 90. Formado en las categorías inferiores del club culé desde los 8 años, debutó con el primer equipo el 13 de septiembre de 2008 en un partido de Liga contra el Racing de Santander, bajo las órdenes de Pep Guardiola. Aquella irrupción fue el inicio de una era dorada: en su primera temporada, contribuyó al histórico sextete, ganando Liga, Copa del Rey, Supercopa de España, Liga de Campeones, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. Su rol como pivote defensivo, con una visión de juego excepcional y una capacidad innata para recuperar balones, lo convirtió en el ancla perfecta para un mediocampo estelar junto a Xavi e Iniesta.

Con el Barcelona, Busquets acumuló 722 partidos oficiales, 18 goles y un sinfín de asistencias, levantando 9 Ligas españolas, 7 Copas del Rey, 8 Supercopas de España, 3 Ligas de Campeones, 3 Supercopas de Europa y 3 Mundiales de Clubes. Su longevidad y consistencia lo llevaron a ser capitán en sus últimos años, hasta su emotiva despedida en junio de 2023 tras 15 temporadas en el Camp Nou. Internacionalmente, brilló con España: debutó en 2009 y disputó 143 encuentros, anotando 2 goles. Fue clave en la era dorada de La Roja, conquistando el Mundial de Sudáfrica 2010, la Eurocopa 2012 y la Nations League 2023, retirándose de la selección tras el subcampeonato en la Euro 2024.

En 2023, Busquets cruzó el Atlántico para unirse al Inter Miami, donde se reencontró con Lionel Messi y Jordi Alba, formando parte de los "Cuatro Fantásticos" junto a Luis Suárez. En dos temporadas, ha jugado 58 partidos, ayudando al equipo a ganar la Leagues Cup 2023 y a clasificarse a los playoffs de la MLS 2025. "Me retiro muy feliz, orgulloso, pleno y agradecido. Han sido casi 20 años disfrutando de una historia increíble", expresó en un vídeo en Instagram. Su legado trasciende estadísticas: reinventó el rol del mediocampista defensivo, priorizando inteligencia sobre físico, y deja un vacío en el fútbol moderno. Ahora, el mundo espera su posible incursión como entrenador o directivo, pero por encima de todo, Busquets se despide como uno de los grandes.