Carreras por fin tiene descanso: otro partidazo… y de central | OneFootball

Álvaro Carreras se lo ha ganado: por fin tiene descanso. Ante el Levante, el gallego se encontró por primera vez esta temporada con el banquillo. Después de sumar siete titularidades consecutivas y completar seis partidos completos, el defensa tuvo sus primeros minutos de suspiros en el Ciutat de València. Se los ha ganado. Porque además, contra los granotas, el canterano madridista jugó de central, en vez de lateral izquierdo. Como siempre, no defraudó. Como Kylian Mbappé, nadie le puede parar. Puede hacerlo absolutamente todo. Lo que más sorprende en Álvaro es su capacidad de repetir esfuerzos sin descanso. El lateral ferrolano aparece en todas las zonas del terreno de juego. Es pura profundidad. Se incorpora al ataque con determinación y, al mismo tiempo, resulta implacable en defensa. Es una navaja suiza.

Carreras firma un partidazo de central

Xabi Alonso venía avisando: Álvaro podía ser central en algún momento. Cuando Dean Huijsen vio roja en Anoeta, el tolosarra sacó esa posibilidad de la manga: «También tenemos jugadores que pueden jugar en esa posición (de central). Alaba, Asencio, Tchouameni, incluso Carreras…«. Y finalmente, cumplió. Ante el Levante, el nativo de Mallorca –aunque es de Ferrol de toda la vida–, fue colocado en la zaga para darle descanso a Militão. Lo hizo en la parte zurda. Fran García firmó su primera titularidad del curso en el lateral izquierdo, posición natural del gallego, y Raúl Asencio se marchó al costado derecho.

Álvaro Carreras conoce muy bien esa posición. Cuando ya militaba en La Fábrica del Real Madrid, el ferrolano ya se había probado como central. Por ende, aunque había que refrescar los recuerdos, no era algo nuevo para él. Y ante el Levante, hizo como si nada. Deslumbró. En 82 minutos, el defensa fue impecable. Carreras realizó cuatro despejes, interceptó dos balones, registró una entrada exitosa y ganó la mitad de sus duelos –5/7 en el suelo, 1/5 en los aires–. Además, tocó 109 balones, completó el 91% de sus pases –83/91, uno de ellos fue incluso clave– y logró un 66% de acierto en sus regates –2/3–. Fiel a su estilo, también supo unirse a las ofensivas. Aunque ésta vez, por ser central, no se atrevió tanto. Pero nadie le quitará esa nueva exquisita actuación. Confirma que, efectivamente, 50 millones de euros por él eran «muy pocos».

Carreras tiene hambre de más

El lateral gallego se ha convertido en una de las grandes sorpresas –quizás la más grande– de esta campaña. En Valdebebas ya se refieren a él como «una bestia», y destacan su gran compromiso con el club. No es casualidad. Entre 2017 y 2020 ya vistió la camiseta del Real Madrid en las categorías inferiores. Desde que salió de la cantera tuvo claro que algún día volvería. Ese ADN madridista está presente en cada acción de Carreras desde su regreso. No hay detalle en el que no muestre entrega por el escudo. En el partido contra el Mallorca, por ejemplo, salvó bajo palos un disparo que ya superaba a Courtois. «Lo prometí desde el día que firmé aquí, que era lo soñado, que lo iba a dejar todo. Es un granito que se puede dar al equipo. Estoy para eso», confesó tras aquel encuentro.

Pero Álvaro Carreras no se conforma con salvadas o actuaciones impolutas, aunque también cuentan. Si bien sus primeros meses de vuelta en casa están siendo perfectos, todavía queda mucho camino por recorrer. Su objetivo es conquistar grandes títulos con el club de su vida, y en su horizonte siempre está la Champions League. Es su mayor sueño: levantar la ‘orejona’. Para ello sabe que solo valen la entrega total y el sacrificio diario, algo que él ya demuestra desde el primer día. Su meta es clara: dejar huella en la historia del Real Madrid.