IAM Noticias
·26 de novembro de 2025
Lamine, borrado en Londres

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Cucurella, que se lo sabe de memoria, le hizo perder 21 balones. Lamine bajó de ocho regates con éxito contra el Athletic, a dos contra el Chelsea. Nunca pudo con el lateral y se fue frustrado.
Como para todo el Barça, la de este martes fue una noche dura para Lamine. El ‘10’, que venía en una dinámica ascendente y había jugado a muy bien nivel en Brujas, Vigo, y contra el Athletic, fue borrado del mapa por Marc Cucurella. Seguramente, uno de los defensas más incómodos del mundo para un extremo. Intenso como pocos, el lateral de Alella se sabe de memoria a Lamine. Aunque le saque nueve años, ya debía escuchar hablar de él cuando estaba en La Masia. Y lo ha terminado de conocer en la Selección de Luis de la Fuente. ‘Cucu’ hizo valer su experiencia. Lamine sintió siempre su aliento en la nuca y, cuando pudo desembarazarse de él, que fue muy poco, ‘ Cucu’ no tuvo problemas en recurrir a las faltas, que sabe disimular, además, muy bien.
Lamine perdió 21 balones durante el partido. Muchos de ellos, por responsabilidad positiva de Cucurella. El ‘10’ empezó bien, intentando asociarse, pero se apagó pronto. Apenas tiró una vez a portería (flojo, a las manos de Robert Sánchez) y sólo completó dos regates durante el partido, seis menos que ante el Athletic. Demasiado poco para la estrella azulgrana. Cucurella le había ido comiendo la moral.
Descartado por el Barça en tiempos de Valverde, que prefirió probar suerte con Miranda como lateral suplente de Jordi Alba, Cucurella es el ejemplo de jugador hecho a sí mismo. Con los automatismos para jugar en un equipo grande, porque lo aprendió todo en La Masia. Pero con el hambre del que ha tenido que pegar cornadas y terminar de hacerse en las trincheras (Getafe, Eibar) antes de tocar la gloria con su club y la Selección. Cucurella, pues, borró a Lamine, a quien tampoco se vio con la iniciativa suficiente para, una vez comprobado que no podía con el catalán, huir de la banda y buscar su fútbol en posiciones más centradas. Fue como si el partido le fuera engullendo. Mientras Estevao, el otro joven crack, crecía, él se apagaba.
Para evitar males mayores, Flick lo sustituyó a diez minutos del final. Al menos, le evitó el último tirón. Su pubis lo agradecerá. Lamine se fue entre las chanzas de la afición del Chelsea, que le recordó su mal partido con algunas burlas, lágrimas desde la tribuna y aplausos irónicos. Es otra mala noche de Lamine contra los grandes esta temporada. Nuno Mendes lo eclipsó en el partido contra el PSG, Carreras pudo con él en el Clásico; y Cucurella también salió ganador en el duelo individual de Stamford Bridge. El año pasado, después de la eliminación contra el Inter, Lamine prometió no parar hasta devolver la Champions a Barcelona. De momento, está encontrando complicaciones. Pero…, los genios siempre suelen volver.
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