Mentalidad blanca imparable. Xabi Alonso devolvió al Madrid a la senda del triunfo en el Clásico | OneFootball

El Clásico ganado por el Real Madrid ante el Barça, ha revivido el gen competitivo de un equipo que la temporada pasada parecía ser indolente. El equipo de Xabi Alonso necesitaba una victoria así, de gran prestigio y ante un rival con una identidad de equipo gordo, para reforzar todas las cosas positivas que se han ido haciendo en el camino de la «construcción». Con esta victoria, arranca la verdadera era del Real Madrid de Xabi Alonso.

Era evidente que los jugadores tenían ganas de hablar en el campo y sobre todo, de hacerle ver a Lamine Yamal y compañía, que hablar antes de tiempo, y más aún con insinuaciones graves, puede retratarte. La realidad, más allá de las ganas que le tuviese el vestuario blanco al delantero culé, es que el Madrid, como equipo, ganó y ganó bien. Esa energía, intensidad y rock and roll que pedía Xabi en cada partido grande, la vimos en el Clásico del Bernabéu. Un Bernabéu que además conectó con el equipo como nunca antes se recuerda, y empujó a los pupilos blancos hacia la victoria.

El partido en rojo en el calendario del Real Madrid era este Clásico, en el que sí o sí tenían que ganar, y en el que no defraudaron. Todos los jugadores estuvieron concentrados, metidos en el partido y con esa inspiración que siempre es necesaria para marcar las diferencias. Los pupilos del técnico tolosarra lo dejaron todo en el terreno de juego, dieron el ‘do’ de pecho y recuperaron esas ganas y ambición que tanto caracterizó a lo largo de toda su historia al rey de Europa y al equipo que más Ligas tiene en España.

Un resultado corto para lo que se vio en el campo

En cuanto a la parcela defensiva; Carreras, Huijsen, Militao y Valverde, junto a Courtois en portería, estuvieron a la altura de lo que requiere un encuentro ante el Barcelona. Dejaron atrás los fantasmas del Metropolitano y salieron con otra marcha, otra actitud y con mucha más concentración. No solo ellos, sino también los cuatro centrocampistas: Tchouaméni, Bellingham, Arda Güler y Camavinga. Jugaron a su antojo con y sin balón, y dirigieron la sala de máquinas para darle un ‘baile’ al equipo culé. Arriba, tanto Vinicius como Mbappé, fueron una dupla de terror para la defensa del Barça y aniquilaron a un equipo endeble en defensas y muy pobre con balón, como lo fue el conjunto de Hansi Flick, que estuvo en la grada sancionado.

«No son sólo los tres puntos, esto tiene una importancia extra. Estamos en octubre y es muy pronto, pero queríamos tener buena sensación. Para el futuro necesitamos mucho de lo que hemos hecho hoy», comentó Xabi Alonso, muy feliz tras la victoria de su equipo. «Nos va a venir muy bien para tener buenas sensaciones, pero queda muchísimo. Hay que disfrutar un poco hoy y tranquilidad», finalizó. Una victoria que sin duda refuerza su trabajo y el de toda su plantilla, que parece haber recuperado la mentalidad ganadora, después de que el Barcelona ganase los últimos cuatro Clásicos el curso anterior.