SocBlaugrana
·10 de novembro de 2025
Messi volvió al Camp Nou de la misma manera que se fue, en silencio

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·10 de novembro de 2025

Nadie iba a saber que un lunes cualquiera de noviembre iba a poder decir la frase más esperada de los últimos años, “Messi ha vuelto al Camp Nou”. Y sí, no es una broma, no es contenido generado por Inteligencia Artificial, Lionel Messi ha regresado a la que, como él mismo dice, es su casa, Barcelona.
Aunque breve y sin carácter oficial, este regreso ha tenido un impacto inesperado dentro del entorno azulgrana. Según fuentes cercanas al futbolista, el argentino, aprovechando su estancia en España por el partido amistoso ante Angola en Alicante, decidió acercarse al Camp Nou con el único propósito de revivir su vínculo emocional con el club.
La visita, sin embargo, se produjo sin conocimiento ni autorización del FC Barcelona. Messi llegó a Barcelona y, tras decidir que quería ver de cerca el avance de las obras del estadio, pidió a su entorno que lo acompañara al recinto. Al llegar, habló con algunos trabajadores y miembros de la seguridad para solicitar acceso. Según testigos, una decena de operarios con chalecos amarillos lo escoltaron hasta el interior del Camp Nou para evitar que fuera visto.
Leo Messi en su regreso al Spotify Camp Nou. Fuente: Leo Messi
El detonante emocional habría sido el entrenamiento de puertas abiertas del pasado viernes en el Camp Nou, una jornada especial en la que asistieron cerca de 23.000 aficionados culés para ver al primer equipo. Fuentes cercanas al jugador aseguran que las imágenes de la afición asistiendo al estadio removieron profundamente a Messi, quien manifestó su deseo de sentirse parte de ese ambiente nuevamente, aunque fuese de manera simbólica.
El detalle más sorprendente para la entidad azulgrana es el momento en que ocurrió: mientras la directiva, encabezada por Joan Laporta, se encontraba en Vigo junto al primer equipo, Messi recorría el Camp Nou en silencio, sin ningún tipo de aviso ni coordinación institucional. El gesto ha generado un evidente malestar en la cúpula barcelonista. El club se enteró del suceso únicamente a través de las redes sociales y ya estudia la posibilidad de abrir una investigación interna a la empresa Limak para esclarecer quién permitió la entrada del argentino sin autorización.
Más allá del revuelo, el episodio deja una estampa cargada de simbolismo: Messi volvió al Camp Nou por su cuenta, movido por la nostalgia y el cariño, mientras el club sigue sumido en tensiones institucionales con el mayor icono de su historia. Un gesto íntimo, pero que vuelve a evidenciar que el vínculo emocional entre el argentino y el Barça sigue vivo, aunque sus caminos, por ahora, sigan separados. Como dato curioso, el Barcelona ganó ayer en Vigo, y el último partido de Messi con el Barça fue en el Camp Nou… contra el Celta de Vigo.
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