
La Galerna
·12. September 2025
Cuando el Madrid inauguró Anoeta

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·12. September 2025
Después de finiquitar la ‘pretemporada oficial’ de los tres primeros encuentros de Liga con pleno de victorias, el Madrid de Xabi Alonso afronta su segundo tirón competitivo (siete partidos en 23 días) con una visita doblemente especial, la de San Sebastián.
Lo será para el técnico, que regresa a casa vestido de blanco por segunda vez, ahora desde el banquillo. Como jugador no le fue nada mal: siete partidos, siete victorias como madridista. Encuentros todos a flor de piel (cuatro amarillas para el tolosarra), singularmente el disputado el día de Reyes de 2013, cuando la Real de Griezmann, Xabi Prieto y Carlos Vela se resistió a la derrota frente al Madrid de Mourinho con uñas, dientes y goles: 4-3.
Pero también será especial por la memoria y la relación entre ambos equipos. Verán: cuando los vascos abandonaron su vieja ratonera de Atocha para mudarse al coqueto estadio de Anoeta, allá por el verano de 1993, escogieron al Real Madrid como rival para inaugurar el nuevo estadio.
Y para allá que se fue el equipo de Benito Floro el 13 de agosto, con la primera ignominia de Tenerife todavía sangrando aunque hubiera rematado la temporada anterior conquistando la Copa. Enfrente, una Real con muy buena pinta (Kodro, Oceano, Carlos Xabier, Alkiza, Imanol) entrenada por un viejo conocido en la casa blanca, Benjamin Toshack.
Los últimos precedentes entre ambos en territorio txuri urdin apuntaban a fuegos artificiales y diversión. Si en la Liga el Madrid había arrasado a los blanquiazules (1-5 con goles de Butragueño, Zamorano —dos—, Hierro y Luis Enrique), en la Copa los locales casi remontan un 4-0 logrado por el Madrid en el Bernabéu: 4-1 (Esnáider evitó la humillación). Así que el partido no defraudó. Por dos veces se adelantaron los realistas, por medio de Loren y Oceano, pero El Buitre neutralizó la ventaja y finalmente el estreno de Anoeta se saldó con la paz: 2-2. Pocos meses después, en diciembre, el Madrid caería en aquel famoso partido en el que Hierro le dedica alguna carantoña verbal al linier (ya me entienden) después de su expulsión. Pero aquella es otra historia…
Este sábado, en un estadio ya sin pista de atletismo y rebautizado como Reale Arena, los blancos buscarán continuar la racha triunfadora en un enclave con buenos antecedentes: tres victorias, un empate y sólo una derrota en las últimas cinco visitas. El Madrid está en construcción, la Real reajustándose (todavía no ha ganado en Liga), pero no se confíen, tienen un arma secreta, bautizada como Barrenetxea, con especial predilección por la portería blanca: cuatro de sus 14 goles en la competición doméstica se los ha metido al Madrid. Tocará remar.
Getty Images