La eclosión de ‘SuperFaye’ | OneFootball

El Granada, más allá de lograr su primera victoria de la temporada ante los donostiarras de Zubieta, confirmó la irrupción de un talento que está redefiniendo el ataque nazarí: Souleymane Faye. El extremo senegalés de 22 años, que ya había pasado por las categorías inferiores del club antes de foguearse en el Betis Deportivo, firmó un doblete decisivo en el 5-2, demostrando ser mucho más que una promesa.

El partido se abrió con un apetito voraz del Granada, y Faye fue el primero en probar bocado al adelantarse a los tres minutos. Su doblete inicial fue el motor de una goleada que insufló tranquilidad al club. Pero independientemente de los goles, que también suman, el rendimiento del joven atacante es un fenómeno estadístico que merece análisis.

El jugador total de la pizarra nazarí

La influencia de Faye en el sistema de juego del Granada es transversal. En apenas siete partidos (con plena titularidad), el senegalés suma 2 goles y 2 asistencias, lo que implica una participación directa en el 40% de los tantos del equipo. Esta cifra, combinada con su omnipresencia (ha jugado el 81.7% de los minutos), lo sitúa como el líder indiscutible en la contribución ofensiva del equipo.

Faye no es un extremo de banda pura. Su rendimiento táctico lo convierte en un “jugador total”, fundamental en ambas fases del juego:

Riesgo y recompensa

Si bien Faye es un torrente ofensivo, su intensidad y deseo de progresar con el balón conllevan riesgos. El extremo también ocupa el 1º puesto en la métrica de pérdidas de balón del equipo. No obstante, esta estadística es el precio a pagar por el jugador que más asume riesgos para generar desequilibrio, un balance que, por ahora, resulta netamente positivo para el equipo.

La evolución de Souleymane Faye, que ya suma dos temporadas de experiencia en el fútbol de bronce, lo ha situado en el epicentro de la nueva línea ascendente del Granada. Su doblete ante los donostiarras no es un destello aislado, sino la confirmación de que el joven senegalés es el motor ofensivo, táctico y estadístico sobre el que se construye el despegue nazarí esta temporada.