La razón por la que Caramelo dejó de ser patrocinado por la FMF | OneFootball

Héctor Chávez, mejor conocido como "Caramelo", el aficionado más icónico de la Selección Mexicana, ha sido un rostro inconfundible en tribunas mundiales acompañando al equipo nacional en distintas competencias y países donde se presente, así como actualmente lo hace en el Mundial Sub-20 de Chile.

Con su característico sombrero charro negro adornado con la bandera tricolor y el escudo del Tri, Caramelo ha asistido a más de 470 partidos internacionales, convirtiéndose en el "fan número 1" reconocido por la FIFA. Su pasión desbordante, que lo llevó a Qatar 2022 y a las Copas América, lo posicionó como un símbolo de lealtad mexicana, pero también generó controversias que culminaron en el fin de su relación con la Federación Mexicana de Fútbol (FMF).

La trayectoria de Caramelo, originario de Chihuahua y empresario en bienes raíces, ha sido un viaje de sacrificios familiares y económicos para seguir al Tri por el mundo. Heredero de una joyería familiar, Chávez ha financiado sus viajes con ingresos mensuales que oscilan entre 60 mil y 400 mil pesos, desmintiendo rumores de financiamiento ilícito.

La Federación Mexicana de Futbol, que inicialmente veía en Caramelo un embajador del representativo nacional en el mundo, le facilitó boletos y accesos VIP y aunque para muchos aficionados no era más que un truco publicitario, la realidad es que esta relación se mantuvo vigente hasta que los directivos de la FMF decidieron lo contrario.

Caramelo y la razón por la que ya no es apoyado por la FMF

De acuerdo con algunos reportes por parte de Mediotiempo, en donde incluso se puso a discusión los orígenes del Caramelo, la razón por la que la FMF dejó de patrocinarlo tiene que ver directamente con un problema que tuvo con Gerardo Martino durante su estancia como director técnico de la Selección Mexicana.

El detonante de esta situación fue la manera "invasiva" en la que Caramelo cuestionó al Tata Martino por la ausencia de Javier Chicharito Hernández en las convocatorias del equipo nacional; la manera en la que el argentino se molestó fue suficiente para que la Federación le pusiera un alto a este polémico aficionado y que de esa manera se estableciera un límite en su relación.