Una solución para Valverde | OneFootball

“Sé que he tenido partidos malos, soy consciente. No me escondo y doy la cara. Realmente estoy triste. De mí pueden decir muchas cosas, pero bajo ningún punto de vista pueden decir que me niego a jugar. Deje el alma en este club y lo seguiré haciendo, aunque a veces no alcance o no esté jugando como quisiera, lo juro por mi orgullo que jamás me rendiré y lucharé hasta el final jugando donde sea” dijo Fede Valverde en un post tras el partido de ayer.

Fede atraviesa, probablemente, sus horas más bajas desde su llegada al Real Madrid en 2018. Si algo ha caracterizado la carrera del uruguayo en el club blanco es su lucha, su garra y el amor incondicional por el club sin importar cuál sea la situación.

Ahora no está en su mejor momento. Lo que genera ruido, sin embargo, no es su rendimiento, sino las declaraciones que precedieron al partido de Kazajistán. “El entrenador sabe que no me gusta jugar de lateral, sé que he jugado buenos partidos ahí, pero a veces dudo si fueron suerte”. No creo que exista un solo entrenador en el mundo que, tras escuchar a un jugador que está a sus órdenes decir que duda de su rendimiento en cierta posición, lo ponga a jugar ahí, a pesar de que el propio Fede se comprometió en rueda de prensa a jugar, como siempre ha hecho, en la posición que le encomiende su entrenador.

Tampoco creo que el partido de ayer sea motivo de alarma o de sacar conclusiones. Que Valverde no juegue contra el Kairat Almaty es entendible, es el partido ideal para dar descanso a alguien que lo juega todo siempre. Lo que sorprende es su actitud en el calentamiento. Uno de los capitanes del Real Madrid no puede permitirse dejar esa imagen.

Fede ha sido, junto con Vinícius, el emblema del Real Madrid durante el último lustro. Es el líder de esta nueva generación y representa los valores del madridismo cada vez que viste de blanco. Si bien es cierto que tiene los galones suficientes para decir dónde se siente más cómodo jugando, no me parece el momento oportuno para expresarlo, sobre todo porque ahora mismo no está rindiendo en la posición que dice preferir.

¿Y por qué no está rindiendo? El nuevo sistema de Xabi Alonso ha traído orden táctico al equipo. La presión alta, y que todos los futbolistas sepan qué posición ocupar en cada momento, son dos de las grandes virtudes de este Real Madrid. A Valverde le perjudica el orden. Siendo un centrocampista que destaca por su zancada larga, buena pegada y velocidad en espacios cortos, estar en un centro del campo tácticamente ordenado limita las posibilidades de mostrar su mejor versión.

Con los 11 habituales de Xabi, hay soluciones para que Valverde vuelva a ser el halcón. En vez de 4-3-3, si Xabi alinea un 4-2-3-1 Tchouaméni y Valverde harían un buen tándem en el doble pivote. Aurélien sería el medio centro posicional y Valverde el box to box. Güler de 10, Franco y Vinicius por banda y Kylian arriba.

Soluciones futbolísticas siempre va a haber. El Madrid está capacitado como equipo para que todos sus jugadores rindan. Lo que no tiene solución, Fede, es una mala actitud. Ahí el madridismo no te apoyará.

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