Madrid-Barcelona.com
·28 de octubre de 2025
Thibaut Courtois pone a Deco a trabajar, fichaje necesario, ya hay un nombre

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·28 de octubre de 2025

El Clásico siempre deja lecciones. Algunas duelen más que otras, y esta vez el Barcelona se marchó del Bernabéu con una certeza difícil de ignorar: sin pegada no hay paraíso. El Real Madrid ganó el partido, pero fue Thibaut Courtois quien encendió las alarmas en Can Barça.
El guardameta belga volvió a ser determinante. Cada llegada azulgrana se estrelló contra él, dejando en evidencia lo que ya se intuía: al Barça le cuesta marcar cuando no está Lewandowski. Sin el polaco, el equipo pierde colmillo y cuando tampoco aparece Raphinha, la ofensiva se apaga por completo.
Hansi lo intentó todo, movió el banquillo, cambió el esquema, buscó soluciones rápidas. Pero Courtois no cedió y lo que más duele es que el Madrid no necesitó mucho para sentenciar. Un gol y control del partido, el Barça tuvo el balón, pero no el gol.
El Barça preocupa sin Lewandowski | Getty Images
Tras el partido, la conclusión en la directiva fue unánime: hay que fichar un delantero. Robert Lewandowski sigue siendo una leyenda, pero el tiempo pasa y su salida en verano es un escenario cada vez más real. Su rendimiento ha bajado, y el club no puede esperar a que el problema se agrave.
Deco, director deportivo, ya ha empezado a moverse. Quiere un atacante joven, con hambre, con gol y experiencia en grandes escenarios. No es tarea fácil, pero en su lista hay un nombre subrayado en rojo: Julián Álvarez.
El delantero argentino del Manchester City encaja en todo lo que el Barça busca. Es polivalente, trabajador y tiene instinto goleador, puede jugar como punta, segundo delantero o incluso en banda. A sus 25 años, combina juventud y madurez competitiva.
Julián Álvarez, el objetivo del Barça | Getty Images
Además, Julián ya ha demostrado que sabe convivir con estrellas. En el City comparte vestuario con Haaland, De Bruyne y Foden, y en la selección argentina, con Messi. Su actitud humilde y su ambición encajan perfectamente en la filosofía culé.
El problema, como siempre, será el dinero. El City no dejará salir fácil a un jugador tan valioso. Pero Deco confía en que la voluntad del futbolista y la necesidad del Barça puedan abrir una puerta.
En el Barça todos coinciden: el equipo necesita gol, sin un delantero top, la posesión no basta. El Clásico fue la prueba definitiva. Courtois frustró cada intento y dejó en evidencia la falta de un rematador fiable.
Deco tiene trabajo por delante. El objetivo está claro y el nombre también. Si Julián Álvarez llega al Camp Nou, el Barça podría volver a tener ese instinto asesino que tanto añora desde los días de Suárez.
Porque si algo enseñó Courtois en el Clásico es que sin un goleador de verdad, los sueños se quedan en el área rival.
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